newzel escribió:Ya que empezamos a examinar el continente, contenido y, si se me apura, el posible significado hermético de mis palabras, conviene precisar, o más bien recordar, para los que gustan de analizar etimológicamente los términos y expresiones usadas por otros, pasatiempo mordaz al que algunos suelen ser aficionados, que en un lenguaje vulgar, el que utiliza el hombre común y corriente, este término (prudencia) se emplea para el que sabe cuidarse de no cometer errores que le pudieran costar la vida o el no exponerse a los distintos peligros cotidianos; así, es prudente quien no se atreve a tomar decisiones que le costarían perder su empleo, dinero en las apuestas, o previene dificultades, por lo que se dice astuto, previsor, pero en realidad se tendría como temeroso o cobarde, como aquel policía que le avisan por radio que se presente al lugar donde se esta llevando un asalto y antes de llegar al sitio de los hechos, hace tiempo y da vueltas a la manzana para no arriesgarse y llega cuando ya paso el robo y los asaltantes huyeron, o bien cuando las personas con sus actitudes o hechos, buscan un fin malo, por ejemplo un ladrón que pone todo su empeño en que el robo le salga bien y no lo detenga la policía, a este tipo de actitudes santo Tomás las llama prudencia falsa (o temerosa).(Tomás de Aquino, Suma Teologica, VIII, 2-2q. 47a.13, p. 42.) Este el verdadero significado de mis palabras, en el contexto empleado, y en contraposición a pasión virulenta y dionisíaca, otros términos respecto de los cuales, se ha omitido, ignoro si deliberadamente, el correspondiente análisis etimológico que, no obstante, con gusto lo podría ofrecer, aunque por innecesario e irrelevante, yo también omitiré.
DRAE:
"mordaz.
(Del lat. mordax, -ācis).
1. adj. Que corroe o tiene actividad corrosiva.
2. adj. Áspero, picante y acre al gusto o paladar.
3. adj. Que murmura o critica con acritud o malignidad no carentes de ingenio.
4. adj. Propenso a murmurar o criticar con acritud o malignidad normalmente ingeniosas."
Dado que se aconseja "
recordar", se podría usar tal verbo echando un rápido vistazo al foro para comprobar cómo una operación tan sencilla como acudir a ese Diccionario ha sido efectuada en múltiples ocasiones por ilustres -por veteranos- usuarios de aquél con la finalidad de esclarecer razonablemente un término despojándolo de interesadas añadiduras subjetivas que, de no desligarse del concepto discutido, lo sujetarían al permanente reinterpretar de sucesivas e inacabables fases históricas que podrían retrotraernos al origen de los tiempos.
Tan sencillo como ir a la esquina superior derecha y pinchar en "buscar", luego escribir
RAE y seguidamente hacer recuento.
Se trata precisamente, con el recurso a tan insigne diccionario, de acudir a un manual FIDEDIGNO, objetivo, a una fuente imparcial que fija significado, y en cierto modo y en su ámbito norma y consecuencia dado que este va incorporando nuevos términos de uso general, y nuevos sentidos incluso de términos que parecían anclados a uno inamovible, comprimiendo de alguna forma la historia de un vocablo en el significado actual, último mas no definitivo.
Acudir a un autor u otro es fácil. Habrá que estudiar con paciencia la historia y seleccionar el sentido que, considerado primordial por el autor que más conviene, nos halague el egoísmo de salirnos con la nuestra dando vigencia al aspecto que pretendemos defender. Recurrir entonces a un autor está bien pero no puede sólo con ese recurso pretenderse la aplicabilidad de una interpretación que históricamente ha podido ser rebatida o perfeccionada. Honestamente creo que si queremos ir más allá de nuestro pequeño egocentrismo y elevarnos lo más que se pueda tendremos que hacerlo fijando antes la ley a que sujetar nuestras discrepancias, y ahí aparece el DRAE y el sentido etimológico que puede proporcionar.
La prudencia como multitud de conceptos ha sido estudiada hasta la extenuación por filósofos y pensadores, ¿nos remontamos a Sócrates y su idea de la prudencia como "saber moral"?, ¿Platón y su "sabiduría práctica"?, ¿Aristóteles y el "hábito práctico verdadero acompañado de razón, con relación a las cosas buenas y malas para el hombre"?, ¿Kant y su idea de la prudencia como "habilidad en la elección de medios para alcanzar el máximo bienestar o la propia felicidad"?. La lista es extensa y estimulante y anima a continuar.
También es interesante por ejemplo la visión de Gracián: «Siempre hay tiempo para soltar las palabras, pero no para retirarlas. Hay que hablar como en los testamentos: cuantas menos palabras, menos pleitos» (Oráculo manual y arte de la prudencia, sentencia 160). A mi me parece que se usa la fuerza de que se dispone en realidad de la manera más efectiva para evitar indeseados "efectos colaterales", dejando estos a la imaginación de cada cual.
Nadie ha rehuido la acción anteponiendo la prudencia en demasía -que tu entiendes por
cobardía-, lo que se ha eludido según los mensajes aquí colgados -corrígeme si me equivoco- es fundamentalmente la
puesta en conocimiento de todo cristo.
Saludos y siento haber tardado tanto en responder, pero hay que atender a los niños...