Leyendo "Los amigos del crimen perfecto" de Andrés Trapiello, me topo con un parrafito delicioso con el que muchos de nosotros nos sentiremos identificados... Sólo cambiemos la palabra comisario
"Se da una gran variedad de comisarios: los hay orgullosos, acomplejados y por tanto imprevisibles, ladinos, crueles, serpentinos, amargados, retorcidos, sádicos, cínicos, ordenancistas, mediocres, de vez en cuando alguno inteligente...Nada en otra proporción que no sea la que encontramos en todas partes. Aunque hay algo que les es común: son conscientes del poder que detentan, de los incontables padecimientos que les ha costado alcanzarlo y de las insidias y vejaciones que han tenido que soportar en el propio escalafón, por lo que no dudan en absoluto ejercer tal poder sin piedad y sin concesiones".
«Verás maltratados los inocentes, perdonados los culpados, menospreciados los buenos, honrados y sublimados los malos; verás los pobres y humildes abatidos y poder más en todos los negocios el favor que la virtud». Fray Luís de Granada.
«Verás maltratados los inocentes, perdonados los culpados, menospreciados los buenos, honrados y sublimados los malos; verás los pobres y humildes abatidos y poder más en todos los negocios el favor que la virtud». Fray Luís de Granada.