Hola, buenas...
Se te agradece el consejo, pero en cuanto a darnos de baja, no veo el motivo... A mí, me causa más estrés (y escuatro), la pava del despacho de al lado.
Ante la actitud de algunos funcionarios, me he visto obligada a redactar una instrucción. No voy a permitir que se suspendan actuaciones por coacción, cuando tengo en la plantilla trabajadores que no están secundando la huelga y tengo a los servicios mínimos designados nominativamente por la dirección Xeral para atender los servicios mínimos fijados en la Orden de la Consellería.
Se me niegan a facilitarme las actuaciones para recibir declaraciones, cumplimentar exhortos, etc,
La consigna de algunos sindicatos es "no colaborar" conque esas actuaciones no incluidas en los servicios mínimos de lleven a cabo.
El otro día, uno que estaba de servicios mínimos me dijo que las declaraciones había que suspenderlas. Le dije que eso lo decidía yo, no él. Ante ello, le pedí que me localizara los autos, y como él estaba de servicios mínimos, me dijo que eso no era actuación urgente. Que él no iba a colaborar en que se llevaran a cabo esas declaraciones. Señaladas desde las 9, hasta las 3. El pasillo, que parecía la ventanilla del Bernabeu el día de un derby, lleno de personas que habían sido citadas... Así que ante semejante actitud, dicté la instrucción (que tengo a disposición para todo aquel que le interese). La notifiqué, y me puse yo a buscar los autos. Como la actitud mía era de pocos amigos, el tipo me dijo que me ayudaba, y le contesté que no, que ya le había cogido gustillo al buscar las previas, y que muchas gracias.
Las declaraciones se practicaron todas, gracias a la colaboración de un funcionario que no secundó el paro.
Una funcionaria que estaba designada para servicios mínimos me trajo un exhorto, y me dijo que si no me importaba, que ella atendía al señor, pero que cubriera con mi letra la estampilla de la notificación, que no quería oir quejas de sus compañeros, por hacer eso, pero que le daba pena que el señor tuviera que volver.
El otro día, un funcionario que ha seguido la huelga desde el primer día, el que estaba designado para atender los servicios mínimos, estuvo TODA LA MAÑANA sentado con los brazos cruzados sobre el pecho, en plan gran jefe sioux, con mirada desafiante. Bueno, movió los brazos cuando le tocó la hora del café.
Ya les advertí que tuvieran cuidado con esos comportamientos, que tenían a la ciudadanía enfrentada y que no crisparan el ambiente en el trabajo, que eso iba a dejarnos secuelas a todos.
Así que, visto lo visto, y el tolerar el abuso en la cooperación por parte de nuestros mandos intermedios, solo me queda decir que, DE MOMENTO, no veo causa para coger una baja, y sí muchas para que remitamos los escritos directamente al SG o al ministro, para que revisen los comportamientos de nuestr@s jefezuelos.
y sin más, me despido después de este coñazo de texto, que ya me parezco al Valiña, jajaja... (un abrazo, Carlos).
