por Creyente » Jue 03 May 2007 5:44 pm
Creételo, la realidad supera la ficción, en mi primer destino que fue en un lugar de La Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme, vivia un Notario con su mujer -ama de casa-, y fue destinada una Registradora de la Propiedad, alta y buena moza, cuyo marido era un Secretario Judicial de una localidad levantina a tres horas en coche de este pueblo. Pues bien aunque el Notario viva con su mujer y una hija, le puso los cuernos a su mujer , yo no me lo creía pensando que era un ataque de celos de la mujer del Notario lo que estaba diciendo, pero era verdad.
Después de la bronca matrimonial de la mujer del Notario el matrimonio volvio a su cauce,aunque pasaron del amor al odio a la Registradora, esta siguió teniendo aventuras amorosas con varios hombres.
Aunque en la actualidad la Registradora de la Propiedad se ha separado del marido , el Notario vive en una ciudad a cuatro horas de su mujer...en la misma ciudad que la Registradora... con lo grande que es España... ir a caer a la misma ciudad. Es increible pero cierto
Creételo, la realidad supera la ficción, en mi primer destino que fue en un lugar de La Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme, vivia un Notario con su mujer -ama de casa-, y fue destinada una Registradora de la Propiedad, alta y buena moza, cuyo marido era un Secretario Judicial de una localidad levantina a tres horas en coche de este pueblo. Pues bien aunque el Notario viva con su mujer y una hija, le puso los cuernos a su mujer , yo no me lo creía pensando que era un ataque de celos de la mujer del Notario lo que estaba diciendo, pero era verdad.
Después de la bronca matrimonial de la mujer del Notario el matrimonio volvio a su cauce,aunque pasaron del amor al odio a la Registradora, esta siguió teniendo aventuras amorosas con varios hombres.
Aunque en la actualidad la Registradora de la Propiedad se ha separado del marido , el Notario vive en una ciudad a cuatro horas de su mujer...en la misma ciudad que la Registradora... con lo grande que es España... ir a caer a la misma ciudad. Es increible pero cierto