
Al habla el administrador técnico de este foro.
Esta es la segunda vez que intervengo, la anterior fue a finales del año pasado con ocasión de felicitar la Navidad a toda la comunidad.
Soy ingeniero industrial de vocación, formación y profesión -aunque aplicada a la informática-, por lo que los temas del foro me resultan completamente ajenos. Hasta el punto de desconocer la organización, clases, cuerpos y demás de la Administración de Justicia. Me limito a realizar las tareas técnicas de mantenimiento como copias de seguridad, resolver problemas puntuales, revisar quién hace tonterías y cosas así. Y sí, alguna vez también he leído vuestros temas, soy un curioso insaciable.
En lo personal me considero amigo de Carlos Valiña, con quien comparto la pasión por la filatelia, que es de donde proviene nuestra relación. En algún momento, al saber de algunos problemas que afectaban a su colectivo, le sugerí crear un espacio donde fomentar la comunicación profesional, a lo que accedió: este foro.
Un foro es sólo eso. Un espacio donde comunicar. Porque de la comunicación nace la relación entre las personas, el conocimiento de su forma de ser y de pensar. ¿Que este foro se quería para consultas profesionales? Bien, puede servir. ¿Para discutir sobre no sé qué reforma? También. ¿Para jugar partidas de ajedrez? Por supuesto que también. La persona no es sólo trabajo y problemas.
Este foro nació con vocación sectorial, orientado a un colectivo: el de Secretarios Judiciales. Sin embargo, esto no significa que sólo puedan acceder a él sus miembros. De hecho, durante meses han estado interviniendo invitados y registrados que me parece no lo son, y algunos de ellos brillantemente, aportando su conocimientos y puntos de vista, enfoques distintos de la misma cuestión... es decir, enriqueciendo el foro y a sus participantes.
Porque un foro no es sólo eso. No, no me contradigo... a medida que el espacio del foro se va llenando, se establecen relaciones, se generan intercambios y se hacen aportaciones. El conjunto de participantes y lectores adquiere una determinada identidad, y el foro se transforma: pasa de ser un mero espacio a convertirse en una comunidad.
En mi opinión, hasta hace poco este foro constituía una auténtica comunidad. Chiquitina, sí, sólo unos cuarenta y tantos registrados, quizá otros tantos lectores y algunas decenas de intervinentes ocasionales como invitados. Pero con una personalidad propia, muy marcada.
Me ha parecido detectar una cierta lucha de clases. Para un profano como yo, al parecer existen Funcionarios (que no sé quiénes son ni lo que hacen), Secretarios (aún menos) y Jueces (vaga idea). No sé dónde cae el Oficial y, francamente, tampoco forma parte de mis preocupaciones. Debereis disculparme la rudeza, no se trata de desprecio sino de ignorancia. Probablemente en esta lucha de clases está el origen de cuanto sigue.
En los últimos días/semanas he asistido a un desembarco en el foro. Por si alguien no se había dado cuenta, unas cuantas personas, muy pocas, amparándose en el anonimato, se han dedicado sistemática y concienzudamente a ensuciar el espacio, insultar, denigrar e incluso difamar, en un claro intento de destruir tanto el espacio como la comunidad. Objetivo: cargarse el foro. Y de paso, si es posible, a cuanto individuo se interponga en su camino.
¿La forma? Fácil. Basta con atacar desde la impunidad, generalizar, ofender, ser soez y escenificar lo más bajo de la naturaleza humana y de sus pasiones, cuanto más gráficamente mejor, llenar de porquería las paredes y suelo del espacio e hinchar a tortas a quien salga en su defensa. Claro, al fin y al cabo, esta es una comunidad cordial, educada, sus miembros nunca se rebajarán a entrar en este fangal... preferirán huir. Facilísimo.
He asistido al nacimiento, desarrollo y muerte de varios foros, y no tengo la menor duda: estamos ante un ataque contra éste. Un ataque perfectamente planificado y que se coordina entre bastidores, y su objetivo es destruirlo.
A lo largo de los meses he visto intervenir a personas de estas tres/cuatro clases con absoluta cordialidad. Incluso ahora, en plena tormenta, me ha parecido ver intervinentes no Secretarios desautorizando a los atacantes.
También he asistido a la huída (¿puede llamarse de otro modo?) de algunos miembros de la comunidad, registrados o no. Es lógico. Es natural y humano tratar de evitar los problemas y ahorrarse situaciones desagradables.
Pero si huimos cuando atacan nuestra identidad, cuando algo tan sagrado como la vivienda (el espacio) es invadido,.. no nos debe extrañar que siempre llevemos el estigma de perdedores. No vale después ir buscando hombros donde llorar. ¿Me vas bien en la medida en que me pones el hombro? A eso le llamo egoísmo. ¿Formo parte de la comunidad mientras me dan lo que quiero? Eso es egoísmo. La dignidad no está en fichar o no fichar. Está en ser consecuente con las propias ideas y vivir conforme a ellas.
No estoy planteando una rebelión ni una carga de los 600 contra los malos. Sólo os invito a reflexionar sobre mis palabras, duras palabras, lo sé. Pero aquí han habido unas personas que han puesto ilusión, tiempo y dinero en crear este espacio para todos, esperando únicamente que sirviera como tal. No puedo asistir impávido a su destrucción por parte de dos o tres impresentables, ante la total pasividad de los que deberían ser sus principales defensores.
Algunos de vosotros habeis pedido, con insistencia incluso, medidas técnicas para frenar este ataque: acceso cerrado, sólo a registrados, moderadores que eliminen mensajes, etc... Supongo que Carlos os habrá explicado su posición con todo lujo de detalles. Os cuento la mía aunque nadie me lo haya pedido.
Si un espacio se cierra, se controla su acceso por las fuerzas armadas, se ponen policías a cambiar la historia, se muere. Por simple endogamia. La libertad tiene un precio, y ése es soportar el mal uso que de ella hacen algunos. Restringir la libertad o censurar las opiniones es como ponerle cerraduras a una casa: no impiden al chorizo que entre en ella si realmente lo quiere, y en cambio crea problemas al honesto que quisiera acceder.
La riqueza proviene de la mezcla, de abrir la mente a otros enfoques, experiencias y opiniones. Limitar o cerrar el acceso a nuevos miembros es poner freno a esa apertura.
Ello no significa que debamos soportar estoicamente toda esta basura. Es posible dar a uno o varios usuarios el privilegio de mover mensajes. Basta pues con que un voluntario asuma esa tarea para que el foro disponga de un “servicio de limpieza” que mueva la bazofia al vertedero de La estupidez humana. Eso sí, posiblemente estos días tendrá un poco de faena, esperemos que sean sólo unos pocos más. Por favor, paso al frente.
Resumiendo, que vista la extensión empiezo a parecer uno de vuestro oficio, quisiera enviar desde aquí un mensaje:
A. A todo el colectivo
Este espacio seguirá abierto mientras haya una sola persona que siga considerándolo un buen sitio para hablar. Cuidadlo y defendedlo, es vuestro.
B. A los buenos de los malos
Dejaos de diferencias de clases, os une mucho más de lo que os separa. Comunicaos con respeto y disfrutareis de compartir, en lugar de cabrearos por distinguir.
C. A los malos de los buenos
Un poquitín de inteligencia, por favor, que para eso está. No os dejeis arrastrar al barrizal que es precisamente lo que quieren.
D. A los malos de los malos
Estais aprovechando vuestra inferior calidad humana (muy escasa), vuestros escrúpulos (si los teneis) y vuestros bajos instintos (inmensos) para hacer daño.
Lo último que faltaba es presenciar la chulería y prepotencia técnico-informática de un (i)letrado con respecto al registro en el foro, direcciones IP y demás.
Carlos Valiña quizá sea un caballero y viva como tal... pero yo tengo un poco más de mala leche. Si no os comportais como es debido, os voy a meter un kinder-sorpresa por vuestra IP, esa que cambia y que no se puede pillar, que os vais a cagar por la pata abajo ¿vale, nenes?
Espero sepais disculpar tanto la extensión como forma y contenidos de este mensaje, que únicamente pretende ayudar a preservar la comunidad,
Por último, Carlos, espero que me disculpes por no haberte consultado antes de escribir este ladrillo, recibe un abrazo.
Un cordial saludo a toda la gente de buena voluntad. Hasta siempre,
El administrador que no administra.